domingo, 20 de enero de 2013


Yo no dudo de la existencia de los Príncipes, yo conozco uno. 
No, no como los cuentos de hadas. 
Un Príncipe real, de carne y hueso.
Príncipe de asfalto y no de nubes, de verdades y no de fantasías, de acciones y no de actos
Un Príncipe que toca el suelo con sus propios pies y no encima de un caballo.
Un Príncipe que edifica castillos y reinos con palabras, que gana guerras y no precisamente en un campo de batallas.
Un Príncipe que no heredó su riqueza, sino que se la ha ganado.
Y se también, de una "Princesa"... 
Pero eso, es ya otro cuento...
Extrañarte, y sentirte.
Mirarte, sin verte.
Percibir tu aroma, sin olerte.
Encontrarte, sin buscarte.
Sonreír, al recordarte.

Dedicarte, y escucharte.
Abrazarte, y desprenderme.
Besarte, y elevarme.
Describirte sin palabras, 
pues sin palabras, me dejaste.
Porque te llamo sin que vengas, y sin que vengas, estás conmigo.
Porque la Luna te lo dice, porque la Luna nos tiene unidos.
Emociones sin explicaciones...
Si, así me tienes...